1. Cultivando la ecuanimidad: Entender que el placer y el dolor, las ganancias y las pérdidas, la buena y la mala reputación, los elogios y las críticas son inevitables en la vida. Aprender a aceptarlos con ecuanimidad reduce la necesidad de escapar o esconderse.
2. Conocer la propia motivación: Es importante observar cuándo nuestras acciones están impulsadas por el miedo o el deseo de control. Por ejemplo, es útil preguntarse: “¿Estoy haciendo esto para evitar una emoción desagradable?” o “¿Estoy buscando la aceptación de los demás a cualquier precio?”. Investiguemos que sucede en ese momento presente.
3. Practicar la meditación y la atención plena: La práctica del mindfulness nos ayuda a observar estos patrones mentales que constantemente repetimos y a responder con sabiduría en lugar de reaccionar automáticamente. Con el tiempo, esto permite desarrollar una relación más sana con nuestro interior.
4. Aceptar la impermanencia: Todo cambia, incluso el placer y el dolor. Entender esto nos ayuda a reducir el apego y el miedo, algo esencial y de gran valor en la recuperación de una adicción.
5. Buscar apoyo en una comunidad consciente: Un entorno de apoyo que comprenda estos principios puede ser clave en la transformación personal. El apoyo de personas como mentores, terapeutas, instructores, profesionales de la salud así como otras personas que también están en proceso de crecimiento ayuda a liberarse de la necesidad de aprobación externa.